Formas respaldadas por la ciencia para mejorar la calidad del aire interior en el hogar
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¿Sabías que el aire que respiras dentro de tu propio hogar tiene un impacto profundo en tu bienestar? ¡Es cierto! Según la Agencia de Protección Ambiental, pasamos alrededor del 90% de nuestro tiempo en interiores, donde ciertos contaminantes pueden estar de 2 a 5 veces más concentrados que en el exterior.
Tómate un momento para reflexionar sobre esto: cada respiración que realizas en tu hogar importa. Si el aire interior contiene sustancias tóxicas, moho u otros compuestos dañinos, tienen el potencial de acumularse en tu organismo con el tiempo, lo que puede provocar diversos problemas de salud.
Desde irritaciones molestas en los ojos, la nariz y la garganta hasta dolores de cabeza persistentes, mareos y fatiga, la calidad del aire interior puede afectar significativamente a tu vida diaria. De hecho, incluso se ha relacionado con enfermedades respiratorias, afecciones cardíacas y el desarrollo de cáncer.
En este blog, nos vamos a sumergir en el mundo de la calidad del aire interior, brindándote información valiosa y soluciones prácticas para mejorar el aire que respiras en casa.
Abre una ventana, aunque sea unos minutos al día
Abrir una ventana aunque sea unos minutos al día puede mejorar la calidad del aire interior. Aumenta la ventilación y puede reducir la acumulación de alérgenos y contaminantes en tu hogar.
Según The Guardian, que cita a un médico especialista en alergias, mantener las ventanas cerradas todo el día permite que los productos químicos y alérgenos se acumulen en el interior.
Incluso deberías abrir una ventana regularmente si vives en una ciudad contaminada o cerca de una calle con mucho tráfico. El aire exterior puede no estar tan limpio como en otras áreas, pero aún así puede reducir la acumulación de alérgenos y productos químicos en tu hogar, especialmente si abres las ventanas por la noche o en los momentos de menor densidad de tráfico. La mayoría de los teléfonos también incluyen informes de calidad del aire en el informe del clima: verifica regularmente estos informes para monitorear las condiciones locales.
Cambia a productos de limpieza ecológicos
Los productos de limpieza ecológicos suelen utilizar ingredientes seguros y contienen niveles más bajos de compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés). Contienen menos productos químicos tóxicos y dejan menos residuos perjudiciales.
Los productos de limpieza de ECOS, por ejemplo, están fabricados sin utilizar más de 500 ingredientes potencialmente dañinos a los que llamamos Los tóxicos. Evitar estos ingredientes reduce los posibles efectos adversos para la salud que podrían causar como irritación respiratoria y ocular, riesgos a largo plazo y contaminación ambiental.
Instala suelos de madera o vinilo en lugar de alfombras
Si estás realizando un cambio en el suelo de tu hogar, considera instalar pavimento de madera o vinilo en lugar de alfombras.
Las alfombras y otros materiales blandos pueden absorber más toxinas y contaminantes, y podrían liberar esos contaminantes a cada paso. De hecho, muchas alfombras tienen incorporados contaminantes: algunas alfombras se fabrican con formaldehído, por ejemplo, lo que podría afectar la calidad del aire interior.
Limpia y aspira regularmente
Hay formas obvias de mejorar la calidad del aire interior, y esta es una de ellas: limpiar y aspirar tu hogar regularmente puede reducir el polvo, prevenir la acumulación de contaminantes y mantener el aire interior más limpio.
Asegúrate de limpiar el filtro de tu aspiradora después de cada uso. De lo contrario, tu aspiradora podría estar agregando más polvo al aire en lugar de eliminarlo.
Controla los niveles de humedad en interiores
Si vives en un clima húmedo, la humedad puede afectar significativamente a la calidad del aire interior.
El exceso de humedad puede provocar moho y otros problemas de calidad del aire interior. Algunos de los mejores trucos para reducir la humedad en tu hogar son:
- Usar un deshumidificador.
- Secar la humedad de las superficies después de usar el baño o la cocina.
- Usar un extractor de aire en el baño o la cocina.
- Ventilar el espacio.
- Abordar de inmediato cualquier formación de moho en el interior de tu casa.
Mantén los sistemas de HVAC y reemplaza los filtros regularmente
Los expertos recomiendan reemplazar los filtros de aire al menos cada 3 meses, según el uso. En épocas de uso intensivo, como durante un verano caluroso y con humo o durante un invierno extra frío, será necesario realizar cambios más frecuentes para mantener la calidad del aire interior.
Reemplazar regularmente los filtros de aire es importante tanto para la calidad del aire interior como para tu sistema de HVAC y la factura de suministros de energía. Reemplazar el filtro alivia la carga de tu sistema de HVAC, lo que podría prolongar su vida útil.
En conclusión: no subestimes el impacto del aire que respiras
En resumen, no debemos subestimar la importancia de tomar en serio la calidad del aire interior. A medida que respiras el aire dentro de tu hogar de día y de noche, incluso las cantidades mínimas de toxinas tienen el potencial de acumularse con el tiempo, lo que supone una amenaza para tu salud, así como para la de tus seres queridos y mascotas.
Los riesgos asociados con una mala calidad del aire interior son significativos y no deben ser ignorados. Al priorizar y mejorar activamente la calidad del aire en tu hogar, puedes crear un ambiente más saludable para todos.
Recuerda, tu bienestar vale la inversión en un aire interior limpio y fresco. Toma las medidas necesarias para asegurarte de que el aire que respiras esté libre de contaminantes dañinos y disfruta de los beneficios de un hogar más saludable y feliz.